Japón el país del origen del sol, como se traduciría. Monarquía constitucional situada en el este de Asia, que comprende cuatro grandes islas, así como las islas Ryūkyū y más de 1.000 islas menores adyacentes. Limita al norte con el mar de Ojotsk, al este con el océano Pacífico, al sur con el océano Pacífico y el mar de la China Oriental, y al oeste con el estrecho de Corea y el mar del Japón (mar Oriental). Las islas japonesas se extienden en un arco irregular desde la isla de Sajalín (perteneciente a Rusia) a la isla de Formosa (Taiwán).
Tiene uno de los ecosistemas más hermosos y diferentes que pudiéramos apreciar. Hay muchos estereotipos acerca de su ecosistema en general por ello intentaremos aclarar lo máximo posible algunas de sus características.
VEGETACION DE JAPON
La vegetación de Japón se caracteriza por ser enormemente exuberante y variada, con hasta 4500 plantas autóctonas. Esto se deriva de la diversidad climática del archipiélago japonés, con un amplio margen de temperaturas y una elevada pluviosidad, y a sus veranos húmedos y cálidos.
En Japón se pueden encontrar más de 17000 especies de plantas con o sin flores, muchas de ellas muy cultivadas y muy populares, como los ciruelos blancos y rojos, los cerezos, azaleas, peonías, lotos y, en especial, el crisantemo, la flor nacional de Japón.
Otras especies importantes son la pimpinela, la campánula, el gladiolo y muchas variedades de lilas. Hay pocas flores silvestres.
Los japoneses practican un tipo único de jardinería paisajística, en la que reproducen en miniatura los paisajes naturales de forma estilizada. También cultivan árboles enanos llamados bonsáis, los cuales consisten en plantas ornamentales que al ser sometidas a técnicas de cultivo especiales como el corte de raíces y poda de ramas, se impide su crecimiento, logrando así que su altura bordee los 30cm.
El ecosistema: factores bióticos y abióticos
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